domingo, 8 de marzo de 2009

~ Problemas existenciales

Creo que las clases de filosofía están empezando a hacer efecto en mis líneas de pensamiento. O quizás mis nuevos cuestionamientos también se deban a que por fin tenemos un profesor competente en clase de religión (¡haleluya, no más discursillos dogmáticos!). En todo caso, no creo que el tema de la última semana fuera a aliviar mis resquemores mentales. Pienso que para muchos vampiros el asunto de '¿Cuál es el sentido de la vida?' puede llegar a convertirse en una pregunta muy delicada. Que en varios casos, deriva en un verdadero dolor de cabeza.

No es que en mi vida anterior no haya sido una persona reflexiva. Es más, era del tipo que le encantaba pasar las tardes pensando en la 'inmortalidad del cangrejo', soñadora, distraída. Imaginen como podría aumentar ese rasgo de mi personalidad con la cantidad de tiempo libre que esta nueva existencia implica. Y así, con el reto impuesto por mi nuevo profesor de religion, y con mi necesidad de encontrar respuestas reavivada, me puse a buscar información como condenado -fue eso un chiste?-, entre libros de filosofía, de religión, e inclusive en foros de internet, tal era mi desesperación. Pero cual sería mi sorpresa, cuando en el único lugar donde pude encontrar algo que me ayudara, fue en un libro que había comprado cuando aún era humana: oh, ironía, un libro de Cuentos de Vampiros.

He aquí parte de lo que Néstor Barron, a quien le estaré agradecido eternamente -guau, estoy de racha-, escribió en su prólogo con respecto al tema de 'La Cruz y los Vampiros':

"(...) Para el catolicismo, sólo el cuerpo de un santo se salva de la corrupción tras la muerte. ¿Y los vampiros, entonces, qué? Tomás de Aquino y sus seguidores acabaron por sostener que, ya que no podían ser muertos vivos, los vampiros eran obra del Demonio. Pero esto no cerraba: daba al Diablo el poder equivalente a Dios de crear cuerpos que escapan de la corrupción. ¿Cómo resolver el entuerto? Pues, con lógica religiosa y un toque de misterio:
Nada existe sin consentimiento de Dios, y por lo tanto los vampiros existen porque Él lo permite; hasta aquí la lógica religiosa. El misterio de qué función cumplen en el plan divino, esa es una de las tantas cosas que sólo Él sabe. Y por cierto que sólo Él puede destruir lo que creó, y de ahí el poder de la cruz."

En todo caso, se preguntarán ustedes, ¿de qué manera puede ayudarme esta teoría? Lo único que hace, como si no tuviera yo ya suficiente, es restregarme por la cara que no se sabe cuál es el motivo de nuestra existencia.

Puede ser. Pero me da esperanzas.

De todas las fuentes en que busqué, esta es la única que me da un indicio al cual aferrarme. Quizá yo no sea en vano. Y aunque no sepa cual es mi motivo se ser, saber que ese motivo existe, es suficiente.

Ahora solo me queda confiar y esperar. Confiar en que, con el tiempo, surjirá algún nuevo y visionario pensador (que sea lo suficientemente visionario como para preocuparse de asuntos tan olvidados como el nuestro), que siempre están surjiendo; y esperar que sus conjeturas lograrán alejarme de mis dudas...

..por un tiempo.


Un placer (como siempre).
~Adwerd ¨(S)¨

1 comentario:

Ei. dijo...

Yo ya había pensado en todo eso hace tiempo xD